miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL MILAGRO DE LA LUZ

EL MILAGRO DE LA LUZ



Ahora que se va acabando el verano y tenemos el otoño a punto de caernos encima, me ha venido a la memoria el fenómeno (milagro para algunos y, de hecho, así se conoce) que se produce alrededor de los días del equinoccio, tanto de primavera como de otoño, en el Monasterio de San Juan de Ortega, en el camino de Santiago y a no mucha distancia ya de Burgos capital.
La Iglesia del Monasterio está construida en estilo románico en su inicio y terminado en gótico. Para el que tenga interés por los detalles, en Internet podrá encontrar toda la información que desee sobre este Monasterio (a destacar el espectacular baldaquino gótico en el que se supone que está enterrado el Santo).
Lo que nos interesa para el caso es otra cosa.
A la izquierda del ábside nos encontramos con una serie de capiteles historiados. El más llamativo es el de “La Anunciación” con escenas que representan, además, el Nacimiento y la Adoración de los Reyes.
Llaman la atención, teniendo en cuenta la inexpresividad de las figuras en el Románico, los rostros de los personajes de este capitel y, sobre todo, la sonrisa “beatífica” de la mujer que, en la parte izquierda representa a la Virgen.
Al grano. La cosa es que casualidad o no, los días del equinoccio (y por supuesto, los más próximos antes y después) y, a medida que se acercan las cinco de la tarde, hora solar, la luz que se cuela por una de las ventanas, incide sobre la pared próxima a la columna que contiene el capitel citado más arriba. Según van transcurriendo los minutos, la mancha de luz va ascendiendo en dirección al capitel hasta, llegadas las cinco, incidir de pleno en el mismo, recorriendo, sucesivamente, las tres escenas hasta perderse, pasados unos minutos, por la pared.
Si después de leer esta entrada, alguno tiene la intención de acercarse por allí para ver “el milagro”, que no piense que va a estar sólo. Se encontrará con bastante gente y podrá comprobar cómo aquello se convierte en un espectáculo de “luz y sonido”. El ruido de fondo (murmullo de los presentes” va subiendo a medida que se acerca el momento álgido del fenómeno, mezclado con algunos “shhhhh” reclamando silencio (con escaso éxito, por el párroco, recordando que aquél es un lugar sagrado y que hay que guardar la compostura) y culminado por un “OHHHH”.
El día que estuvimos nosotros fue sábado y creo que hubo hasta aplausos.



Fenómeno, curioso para algunos y cargado de simbolismo para otros. Esto que cito a continuación me lo he encontrado en la red (… el párroco, que nos explicaba todo el proceso de la luz del Monasterio, hizo que nos fijáramos detenidamente en otro hecho concreto y es que la Virgen y el ángel no se miran mutuamente, sino que ambos dirigen su mirada hacia la luz que ha entrado por la ventana, que puede representar al Espíritu Santo y así componer una imagen llena de especial simbolismo religioso y cultural. ¡Una maravilla!.).




Por cierto, en Santa Marta de Tera, en la Provincia de Zamora, por lo que me he podido enterar, se produce otro hecho similar pero a las ocho de la mañana, siempre hora solar.
Yo pongo aquí unas fotos y, lo demás queda a discreción del lector.



Aquí, un detalle del capitel. Fijaos qué cara más expresiva.



Y, a continuación, una secuencia de fotos en la que se puede apreciar cómo la luz se va aproximando al capitel hasta que incide de lleno en él.



















































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