CONSUEGRA
Una vez rebasado Madrid camino del sur por la A4, a la altura de Madridejos, si miramos hacia el oeste, a unos kilómetros de distancia, nos llamará la atención una loma y, perfilándose sobre ella y contra el cielo, una fila de molinos.
Buscando en un mapa cuál podría ser aquella población, supuse que podría tratarse de Consuegra y, en cuanto entré en Internet a buscar información sobre esta localidad, lo primero que me encontré fue una foto con el cerro y sus molinos de viento. El monte se conoce como Calderico y, aunque originalmente eran trece, ahora quedan doce. Cada uno tiene su nombre propio y son de propiedad privada.
Para más información, como siempre, me remito a Internet.
Ahora podría meter el rollito aquél del Quijote y los molinos pero no lo voy a hacer porque, entre otras cosas, parece que los citados por Cervantes son los de Campo de Criptana.
Resuelto el enigma ya solo quedaba aprovechar un próximo viaje para plantarse allí y hacer unos cuantos megas de fotos y vídeos. Dicho y hecho. Un día de primeros de mayo, allá que nos fuimos. Viaje para Andalucía con escala en Consuegra y, por aquello de no dar puntada sin hilo, miramos el pronóstico del tiempo: bueno. Hora de salida, la justa para llegar al atardecer.
Como lo que se planifica bien, sale bien, acertamos con todo. Llegamos a la hora prevista con el tiempo de dejar el equipaje en el hotel y subirnos a la loma cuando el sol empezaba a declinar y, como por esas fechas oscurece ya bastante tarde, pues nos dieron las horas allí. En fin, un atardecer inolvidable por la luz, el paisaje y otras circunstancias que no vienen al cuento.
Aquí os dejo unas fotos. Me ha costado seleccionarlas y, tampoco he puesto las mejores, solamente unas cuantas para describir gráficamente lo que podéis encontrar allí.
Además de los molinos está el castillo, con obras de restauración, como podréis observar por la grúa que, inevitablemente, salía en la foto.
Si alguna vez vais camino de Andalucía, al que no conozca el lugar, le recomiendo vivamente que se desvíe del camino y haga una parada en Consuegra. No son más que 10 kilómetros escasos y merece la pena.
Por cierto, a la mañana siguiente, volvimos para visitar el castillo y uno de los molinos que está abierto como Oficina de Turismo (tiene todo el mecanismo restaurado y se puede visitar y ver cómo funcionaban estos artilugios).
Los molinos se veían mucho más bonitos con la luz del atardecer.
Aquí, el enlace para el video de Youtube
Y, ahora, unas cuantas fotos.
Esta primera es del castillo
Como podéis ver, este lleva por nombre "Chispas"
